Definimos temperatura del color como la cantidad de luz que emite un cuerpo al ser incidido por esta.
La temperatura cromática, se puede modificar anteponiendo filtros de conversión sobre las fuentes luminosas.
Podemos observar como funciona la temperatura del color a nuestro alrededor, por medio de procesos como:
Luz de día: La temperatura de color de la luz durante el día va cambiando según el momento del día que nos encontremos, ya sea por la mañana o la tarde, así como las condiciones atmosféricas. Normalmente es de color rosa por la mañana, amarillenta durante las primeras horas de la tarde, y anaranjada hacia la puesta de sol, con una tendencia a un color azul al caer la noche.
Luz continua: Es la luz que se tiene dentro de un estudio además de la utilización de la luz de flash. Se pueden lograr unos efectos y colores imposibles de plasmar con la fuente de luz natural.
Luz de flash: La luz que produce el efecto de un flash se acerca mucho a la temperatura del sol. La rapidez en la emisión del destello de la luz de flash, hace que pueda superar los (1/50.000 de segundo), permitiendo inmovilizar el movimiento del motivo de la cámara obteniendo unas imágenes con una nitidez extraordinaria.
Luz mixta: Ya sea luz de día o artificial, sabiendo como utilizarla a nuestro favor, podemos darle distintos efectos a nuestras fotografías.
La temperatura del color se mide en grados kelvin (kº) y se utiliza un aparato llamado Termocolorímetro.
Vela: 1800 k
Bombilla doméstica: 2800 k
Luz fluorescente: 3200 k
Luz diurna: 5500 k
Fuente y referencia: http://www.fotonostra.com/fotografia/elcolor.htm
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